jueves, 27 de octubre de 2016

Socializar - Preparar el terreno




Comienzo a centrarme en la parte práctica de este proceso. Es hora de arrancar y dirigirme a un destino. Pero hay que prepararse para el viaje y cuanto mejor me conozca y más haya aprendido de mis anteriores viajes, más oportunidades de triunfar.

¿Cómo lidiar con los encuentros con gente?

PREPARACIÓN

Ser previsor: Si ya he estado con estas personas antes, o en una situación similar está bien recordar cómo transcurrió. ¿Acabó alargándose? ¿Cómo me sentí?                                            

Si puedo tener cierto control sobre cada situación es más probable que me pueda apetecer ir y que no tenga una predisposición negativa basada en experiencias anteriores. Por eso creo que está bien considerar de antemano las opciones que tengo.                                        

La pregunta que más marca la diferencia para mí es: ¿Me puedo ir antes si me encuentro cansada? ¿Cómo? Si dependo de alguien para ir y venir puedo dejar claro de antemano qué hacer dada la situación. Podemos llegar a algún tipo de acuerdo o simplemente puedo recurrir a otro medio de transporte si no estamos en el mismo punto. Para mí es importante establecer previamente esto porque me ayuda a eliminar muchas culpabilidades y sentimientos de inadecuación. El que avisa no es traidor ;)

¿Cuál será mi "excusa"? Evidentemente no hace falta poner excusas, se puede ser sincero, pero dependiendo de quien sea quizá no apetezca entrar en demasiados detalles.


Elegir actividades: Personalmente encuentro que aquellos encuentros que están basados en "quedar para hablar" me crean mucha más ansiedad. En mi caso, la gran mayoría de las veces consisten en quedar para tomar algo/comer y charlar. Mi objetivo es ir cambiando esto poco a poco porque son situaciones que me pueden resultar muy agotadoras. Cuando no estás muy inspirado la pregunta "bueno, ¿y tú qué te cuentas?"puede caer como un mazazo.  Es agradable cuando el foco de atención no es solamente la charla porque si sobreviene algún silencio incómodo hay algo en lo que apoyarse.
Se puede hablar de la actividad que se esté haciendo y esta puede servir como de lubricante social y dar pie a otras conversaciones. Y en mi caso, al menos, me hace sentir más relajada y al final puedo interactuar con más confianza.  Me refiero a juegos, cocinar, manualidades, deportes, actuaciones, exposiciones, ver eventos en la tele, etc.

Ser selectivo: Elegir cuando uno va a tener más energía para una determinada situación social o con qué gente me sabe mejor compartir momentos facilita mucho llevar una vida social más apetecible. Los viernes para mí por ejemplo son mortales, llevo encima el cansancio de la semana, no sólo físico, claro, sino de todas las interacciones del día a día y me cuesta renunciar a mi tiempo de relax.

Basándonos en experiencias previas, en las circunstancias del encuentro y en lo que nos apetezca, podemos decidir hasta qué punto merecen la  pena. A veces tengo que obligarme a salir pero ya que lo hago, intentemos que sea la mejor opción... y en la que haya mejor comida :P
Este gráfico de Introvert Doodles lo plantea con humor.

http://i1.wp.com/introvertdoodles.com/wp-content/uploads/2016/07/IMG_3298.jpg?resize=940%2C940

Planear con antelación: Esto no siempre depende de uno, pero siempre puedes intentar adelantarte a los acontecimientos. Ser tú el que organice algo o se ponga en contacto, o pedir que te avisen con tiempo. Entiendo que los planes imprevistos puedan tener su encanto pero a mí normalmente me provocan cierto desasosiego. Me gusta saber qué puede esperar del día con antelación. Si ya me he hecho el cuerpo a que tal rato voy a estar sola, me produce cierto rechazo que me propongan un plan, o peor, encontrármelo ya hecho. Visitas sorpresa..., not a fan :(    Se pueden sobrellevar e incluso muchas veces la mar de bien, y te tienes que tragar tus palabras, pero lo más probable es que no me apetezca nada y me de toda la rabia del mundo no poder estar tranquila conmigo misma ese rato.

Por lo tanto, hasta donde esté en nuestra mano, poder saber con tiempo cuando vamos a socializar puede ayudar a estar más en sintonía con nosotros mismos, más relajados y más recargados.

 

Muchas veces siento que mi necesidad de soledad y tranquilidad me van aislando poco a poco. No solo es introversión, lo sé, tengo muchos componentes de ansiedad social, pero todo suma y conocer causas, por uno u otro lado, me pueden ayudar a controlar las consecuencias. Hasta aquí cómo puedo preparar el terreno. Pensando ya en como sobrellevar la excursión, cómo controlar esos pensamientos que a veces sobrevienen mientras nos relacionamos.  Hasta la próxima parada.

No hay comentarios: