viernes, 9 de diciembre de 2016

Gimnasia mental



En el anterior post hablaba de flow o flujo, o el estar absorto en alguna actividad y como eso nos podía proporcionar satisfacción y algo parecido a la felicidad. Pues quiero seguir ahondando en este concepto y proponer(me) maneras de ir incorporando más de estos momentos en mi vida.

Un prerrequisito para ser capaz de llegar a este estado es tener una mayor capacidad de atención e intentar evitar el estado de entropía o caos en la mente.  Si equipamos de un contenido estable a nuestra mente, esta será más rica. El orden de la conciencia no dependerá del orden "exterior" y no necesitará tantos estímulos externos (distracciones) para huir de esa entropía.

Formas de acercarse a ese orden 

Memoria

Una recomendación que ofrece Mihaly Csikszentmihalyi es utilizar la memoria. Me ha gustado este punto porque es algo que siempre me ha agobiado. Tengo mala memoria. Envidio a esas personas que pueden recordar diálogos de películas, citas, datos que aprendieron en el colegio chistes, anécdotas mil, etc. Yo tengo problemas para relatar, puede recordar la esencia de algo, pero pierdo detalles y me cuesta horrores ponerlo en pie para compartirlo con alguien. Pues bien, aquello que conseguimos memorizar e interiorizar es lo que va conformando nuestras estructuras de pensamiento, los cimientos de lo que después vamos construyendo.

La memoria está cada vez más denostada. Todo el conocimiento ya está ahí, al alcance de nuestros dedos. ¿Para qué memorizar como loros, dicen? Pero sin una base no podemos manejar toda esa información, ser críticos, ampliar… no sé, creo que vamos en mala dirección. Ni tanto ni tan calvo. Podría compararse con saber una lengua. Es cierto que puedo usar el traductor y que no tengo que saber el significado de cada una de las palabras que la conforman. Pero sin una base, el proceso siempre será lento y costoso y si tuviera que empezar a buscar palabras cada vez que quisiera expresar o comprender algo no avanzaría mucho ni conseguiría ir incorporando y haciendo crecer los elementos que me ayudan a formar frases y comunicarme. No es práctico. No me ayuda a avanzar.

En este sentido voy a probar a dedicar todos los días unos minutos a centrarme en lo que ha pasado ese día. A recontarme lo que ha pasado. Con detalles. Intentar trabajar la memoria y ayudar a fijar información que quizá sea útil y práctica para no sentirme tabula rasa tan a menudo.

Estudiar un idioma también me parece una forma interesante de ejercitar la memoria y de forzar a la mente a nuevas construcciones. Tengo una espinita clavada con el japonés y aunque no me vaya a servir de mucho voy a intentar hacerle un hueco y a disfrutar de esa actividad, cuando pueda, sin agobiarme con objetivos, porque sí.

Poesía 

Otra recomendación del libro Fluir: Una psicología de la felicidad es leer poesía. Tiene su porqué. Te tienes que parar cuando lees poesía. Tienes que usar la imaginación, pensar en el porqué de cada palabra, su papel y su sentido. Y una sola palabra puede abrir una ventana sobre un nuevo paisaje del mundo, para comenzar un viaje interior.
 
Reconozco que la poesía no es algo que haya apreciado en su justa medida. Soy impaciente con las palabras. Siempre estoy esperando que me lleven al siguiente hecho. Quiero que me cuenten su historia. Me cuesta parar a contemplar el paisaje.  Le quiero dar una oportunidad aunque no sé muy bien por donde empezar. Acepto recomendaciones. He sacado un libro de Benedetti de la biblioteca. Me gusta su prosa así que voy a probar y a leer cada poema con tranquilidad y quizás a memorizar mis favoritos.

Ya he probado a memorizar un poema. Me ha gustado la experiencia. Para mí es más sencillo que la meditación. Mi mente tiene un propósito. Está centrada en algo concreto y está trabajando para conseguir ese objetivo. Y además se lleva un souvenir.

El poema ha sido The Beasts de Walt Whitman. Me lo he complicado un poco y lo he elegido en versión original. Venía en la introducción de La conquista de la felicidad y me gustó su mensaje, los animales no son unos llorones y son minimalistas.

THE BEASTS

I think I could turn and live with animals, they are so placid and self-contain’d;

I stand and look at them long and long.

They do not sweat and whine about their condition;

They do not lie awake in the dark and weep for their sins;

They do not make me sick discussing their duty to God;

Not one is dissatisfied - not one is demented with the mania of owning things;

Not one kneels to another, nor to his kind that lived thousands of years ago;

Not one is respectable or industrious over the whole earth.

Hay varias traducciones, y algunas no me han gustado mucho. Y creo que hay palabras mal traducidas o quizá yo lo he interpretado de otra manera. Pero es que realmente es complicado traducir poesía. Algunos sentidos tienes que tratar de adivinarlos y no perder cierta musicalidad. Esta es la que más fiel me ha parecido.

Creo que podría retornar y vivir con los animales, son tan plácidos y autónomos.
Me detengo y los observo largamente.
Ellos no se impacientan, ni se lamentan de su situación.
No lloran sus pecados en la oscuridad del cuarto.
No me fastidian con sus discusiones sobre sus deberes hacia Dios.
Ninguno está descontento. Ninguno padece la manía de poseer objetos.
Ninguno se arrodilla ante otro ni ante los antepasados que vivieron hace milenios.
Ninguno es respetable o desdichado en toda la faz de la tierra.

Siempre me ha parecido bonito cuando mi padre recita alguna poesía que aprendió en su niñez o juventud. Lo admiro y además supongo que para él es también como una forma de viajar en el tiempo y recordar momentos y sensaciones. Yo recuerdo algún fragmento disperso o canciones de dibujitos y también me resultan recuerdos reconfortantes. No es lo mismo aprenderlo yo sola en mi habitación ahora, porque también tiene un componente social y de comunidad, pero tiene su punto.

 Aprender

En el libro hay múltiples propuestas. Tanto en el ámbito físico y de los sentidos, como en el psíquico. Resumiendo, es cuando controlas un "lenguaje" y adquieres conocimientos suficientes cuando puedes realmente disfrutar de una manera significativa de distintas actividades.
Desde controlar los movimientos de la manera más eficiente en deportes o bailes, conocer en profundidad los “lenguajes” del arte, la música o la gastronomía para ser capaz de disfrutarlos plenamente. O cualquier otro lenguaje simbólico y así disfrutar de la ciencia, la historia, la escritura, la filosofía, tocar un instrumento o cualquier otra noción que se pueda aprender por el placer de aprender.

Defiende la figura del amateur o el diletante no como alguien que no tiene los conocimientos suficientes sino en su sentido original, el que ama o se deleita, cuyo objetivo es intrínseco y no el de demostrar lo capaz que es uno. 

Hay mucho donde elegir y poco tiempo, lo sé. De momento escribo aquí e intento elegir lecturas que me abran nuevos horizontes, algo es algo. Y mi ukelele, comprado en un arrebato "hipster" me está mirando de reojo. A ver si hacemos algo. 

2 comentarios:

Pablo dijo...

Es curioso, pero cuando yo escribí sobre la memoria también hablé sobre memorizar un poema: http://www.historiasminimalistas.com/2016/03/elogio-maximalista-de-la-memoria/

Creo que los momentos más felices de mi vida coinciden con los momentos en los que más poesía he leído. Pero como meditar, es un hábito que pierdo fácilmente porque requiere un esfuerzo.

Más que libros completos, yo prefiero recomendar poemas:

Me basta así, de Ángel González (de Ángel González me gusta todo, en realidad)
Palabras para Julia, de José Agustín Goytisolo
Geografía política, de Laura Casielles
Elegía a Ramón Sijé, de Miguel Hernández
There was a child went forth, de Walt Whitman
Radio waves, de Raymond Carver
A brief for the defense, de Jack Gilbert

Tiene muy buena pinta ese libro sobre el concepto de Flow, ya lo había visto recomendado en otros blogs, pero creo que ahora me lo leeré.

Un saludo,
Pablo

ladydilema dijo...

Sí, es verdad, leí tu post en su momento. También recuerdo que me llamó la atención la carta de Umberto Eco cuando se publicó. Son buenos consejos.

Muchísimas gracias por las recomendaciones. A ver si me voy aventurando poco a poco y descubriendo "nuevos mundos".

A mi me está resultando muy interesante el libro. Me gusta que se ponga el foco en el aprender y en el hacer, en llevar todos esos recursos dentro de ti para no estar tan a merced de circunstancias o tan ensimismados. No está mal recordárselo de vez en cuando. Ahora hace falta aplicármelo, que es lo difícil.

Gracias de nuevo. Saludos,
Verónica