jueves, 24 de enero de 2008

Pienso, luego... soy miserable




¿Qué ha pasado con el positive thinking? ¿Dónde está ese blog optimista que te prometiste?


Pues nada, que si soy lo que pienso, pues ahora mismo me siento así, miserable. Sé que tengo que erradicar esos pensamientos y cambiarlos por otros menos dañinos pero es que no me los creo. Mi filtro sólo se cree las cosas malas.

Cada día lo empiezo pensando que ese día va a ser especial, que voy a cambiar las cosas, y cada día acabo pensando.. bueno, mejor lo dejo para mañana que hoy no me siento con fuerzas.

Yo no quería una entrada así, pero es lo que me sale. Pero no pierdo la esperanza, este blog y yo tendremos una revolución sexual o del tipo que sea.

Tú que decidiste que tu vida no valía,
que te inclinaste por sentirte siempre mal,
que anticipabas un futuro catastrófico,
hoy pronosticas la revolución sexual.

Tú que decidiste que tu amor ya no servía,
que preferiste maquillar tu identidad,
hoy te preparas para el golpe más fantástico
porque hoy empieza la revolución sexual.

La Casa Azul- La Revolución sexual


miércoles, 23 de enero de 2008

What if?

¿Qué pasaría si...

pudiera concentrarme y no dejar de hacer las cosas al momento de empezar?

pudiera hablar con la gente de manera natural y no sintiéndome como si me fueran a examinar y mi cerebro no se bloqueara?

fuera capaz de involucrarme con las cosas tanto como me involucro con mis problemas de personalidad?

pudiera publicar un blog hablando de algo que no fueran mis comeduras de coco?

dejar de sentirme un bicho raro?

¿Sería realmente feliz?

martes, 22 de enero de 2008

Little by little (y tan little)

Sigo estancada, sigo dando un pasito palante y tres patrás. Pero bueno, lo importante es seguir intentándolo y no dejar que eso me haga sentir mal. Solo lo justo para despertar una reacción en mí. Pero no me sirve pensar que no lo voy a conseguir nunca, que soy un desastre, una inútil, una inadaptada... eso no me sirve así que ya me callo.

Al menos voy a intentar seguir escribiendo aquí.

Este fin de semana no contaba en cuanto a rutinas, ya que permito que este sea un poco caótico y me "adapto" a lo que vaya surgiendo. Sin embargo, sigo preocupándome en exceso de lo que los demás van a pensar de mí. De lo que mis padres piensen sobre si estoy demasiado tiempo fuera, si no duermo en casa... sobre lo que C pueda pensar si paso más tiempo con Cs que con ella. El caso es que siempre noto una cierta angustia por no poder multiplicarme y no estar en todos los sitios a la vez. Para mí ese es un problema, me crea ansiedad, hace que no este bien y que me amargue innecesariamente, y sin embargo se repite una y otra vez sin que atine a encontrar una solución. Sé que a quien debo complacer es a mí, pero llevo tanto tiempo identificándome con lo que los demás quieren que ya ni sé qué es lo que yo quiero. Pero aprenderé a hacerlo, más vale tarde que nunca.

En cualquier caso, a lo que iba, mis logros hasta ahora... pues levantarme con positividad, comer más sano (a ratos...), hacer deporte, ver menos la tele, escribir aquí...

Mis fracasos... mejor no los digo que quiero pensar positivo...

viernes, 18 de enero de 2008

Acción

De entre todas las cosas que quiero cambiar, mejorar, erradicar de mí, no sabría por cual decidirme primero. Está visto que el propósito de cambiar todo en general, querer ser una versión mejor de mí no ayuda nada. Debo concretar, pero ¿por dónde empezar?

He pensado que puedo ponerme un reto para cada semana e ir escribiendo si lo cumplo o no y cuáles son las razones que hacen que me resulte tan imposible cumplirlo.

Normalmente pensamos que somos incapaces de hacer ciertas cosas y lloriqueamos: "Es que no sé hacerlo. No soy capaz. Simplemente no soy el tipo de persona que hace esas cosas..." Una excusa como cualquier otra para evitar la situación de ansiedad que nos causa el hacerlo. Si nos viéramos realmente obligados a hacerlos, si alguien pusiera una pistola en nuestra sien, vaya si lo haríamos.
Entonces, si deseamos hacerlo, si pensamos que nos va a hacer bien, si nos sentimos realmente mal por no intentarlo siquiera creo que deberían pesar más las razones para hacerlo que el miedo que nos paraliza. Quizá la primera vez no salga bien, quizá realmente no estemos muy bien equipados para esa determinada habilidad, del tipo que sea, pero no se trata de ser los mejores, al menos en mi caso. No necesito destacar, solo quiero sentir el placer de hacerlo, los resultados, por lo menos ahora mismo, son lo de menos para mí. Quiero al menos, que de entre todas las cosas que me puedo reprochar a lo largo del día no esté la de no haberlo intentado.

Teniendo en cuenta mi poca práctica en menesteres de tipo social empezaré poquito a poco. Pasar de 0 a 100 no creo que sea lo más inteligente. Iré despacio pero segura.

Después de toda la parrafada no se me ocurre cuál puede ser el reto...

Bueno, creo que para empezar me voy a poner un reto conmigo misma (bueno, así serán todos pero en este sólo participaré yo, no tendré que interactuar).
Me propongo organizarme mejor mi día a día. Muchísimas veces acabo haciendo cosas que realmente no deseo hacer, que no haría en mi mundo ideal, que no haría mi yo ideal, cosas de las que me avergüenzo y luego no querría contar a nadie (si realmente pienso que no debería hacerlo ¿por qué lo hago? o quizá no quiero que otros lo sepan porque son ellos los que piensan que no debería hacerlo... y hablo de tonterias, nada malvado o realmente inmoral) En cualquier caso, muchas veces me dejo llevar por la desidia, por la apatía y me quedo en mi autocompasión tranquilita, sin verme obligada a hacer nada que me suponga un esfuerzo.
Pues eso está muy mal! Ya me he demostrado alguna vez que cuando hago lo que creo que debo hacer me siento mejor, pero me cuesta mantenerlo porque siempre acaba pasando algo que hace que me sienta mal conmigo misma y me vuelve a hundir en el agujero. Pues bien, debo ser fuerte y controlar mi mente, dejar los pensamientos negativos fuera y seguir con mi vida. Creo que me lo merezco, no me merezco ser una piltrafa, todo el día en el sofá lloriqueando y viendo telebasura. ¡Basta ya! Se acabó la autocompasión, por inútil, por aburrida, por mala pécora, te destierro de mi vida.

jueves, 17 de enero de 2008

tercer intento

Me acecha la tentación de dejar esto para luego, para un momento en el que esté más motivada, pero eso es huir, aplazar y de hacer eso ya sé las consecuencias y no me gustan. Al fin y al cabo es lo que hago con mi vida, dejar las cosas para cuando me sienta mejor, cuando me apetezca, cuando tenga más tiempo... o para nunca, ya puestos, o para cuando lo tengo que hacer por huevos y al final sale mal... pero claro, como fue tan precipitado cómo iba a salir? Bonita excusa.
Quiero ser responsable de mi vida, quiero dejar de sentir que soy una víctima de las circunstancias, que no tengo otra opción. Quiero decidir y no esperar a que decidan por mí o a que aplaudan mi decisión.
Quiero escribir todos los días en este blog. Quiero poder expresar mis sentimientos aunque sea de una forma tan patética y destrangis. Pero oye, estoy corriendo el riesgo de que alguien descubra este blog algún día y me lea.
Quizá esto no sirva para nada. Quizá sentarme delante del teclado y remover la mierda no sea más que hacer lo que siempre he hecho pero en moderno y tecnológico. Quizá sí, porque me daba tanta pereza y pasaba tanto de hacerlo que el hecho de estar aquí sentada arriesgándome a que me salga un sabañón en el frío de esta habitación puede que sea una señal de buena voluntad de mi maltrecha autoestima.
De todos modos intentaré que las próximas actualizaciones, si llegan a existir, sean más positivas. Será un blog de mis avances, de las cosas buenas que consigo, no de autocompasión.